OLGA ESTEBAN
Por un día, los alumnos fueron profesores, Y muy buenos profesores. Oriol, Thea, Zuriñe, Sergio, Yoel y Avril, alumnos de cuarto de Primaria del colegio Miguel de Cervantes, ‘exportaron’ por primera vez su experiencia con el proyecto de AXT, la Escuela de Periodismo que el colegio y EL COMERCIO han puesto en marcha este curso. Esos seis alumnos fueron los encargados de explicar a los compañeros del colegio público de Cabueñes su experiencia y su forma de trabajar. Ellos lideraron por primera vez un taller de comunicación, poniendo en práctica lo que han aprendido. Un taller que organizaron los propios alumnos, perfectamente cronometrado y expuesto.
Con su ayuda, los niños y niñas de cuarto de Primaria del Cabueñes aprendieron a hacer una escaleta e idearon sus propios programas de radio, que pudieron incluso grabar al final de la jornada. En total, diez piezas redactadas y locutadas por ellos mismos, sobre las secciones que eligieron, desde cocina a deportes, pasando por el horóscopo, arte, dinosaurios, música, videojuegos…
«Hemos dado un paso de gigante más», explicaba al finalizar José Luis Sagredo, maestro del Cervantes y coordinador del proyecto de AXT. Y lo decía no solo por comprobar cómo un grupo de alumnos de cuarto es capaz de gestionar un taller, sino también de que los que lo recibían fueran capaces, en una sola jornada escolar, de grabar sus programas. «Solo hay que confiar en ellos», insistía Sagredo, quien calificó la experiencia de «innovadora y puntera». Todo fue posible gracias a las profesoras de cuarto del Cabueñes, que también habían trabajado previamente con los alumnos.
Pero lo cierto es que la experiencia fue más allá. Por un lado, pudo implicarse a dos alumnas de tercero, Celia y Deva, que hicieron de reporteras en su propio colegio, preparando y haciendo entrevistas a todos los participantes. A los grupos se unieron dos pequeños amigos del Cervantes, Hugo y Candela, alumnos de otros centros de Gijón, que participaron también en la grabación. Además de trabajar, fue sin duda una jornada de convivencia: comieron todos juntos en el comedor escolar, disfrutaron del recreo y de un animado karaoke.
Cuando nació AXT, la directoria del Cervantes, Geles García, dijo que uno de sus objetivos era «romper muros». Sin duda, ayer se rompieron unos cuantos.